El tercera base de los Yankees de Nueva York, Jazz Chisholm Jr., no se contuvo al hablar sobre el deslizamiento de Maikel García de los Reales de Kansas City hacia la segunda base durante la victoria de los Yankees por 3-1 que aseguró la serie el jueves.
Después de que García abrió la sexta entrada con un sencillo, Michael Massey de los Reales conectó un elevado a la primera base. El primera base de los Yankees, Jon Berti, pisó la almohadilla y lanzó al campocorto Anthony Volpe, quien puso out a García en la segunda base para la doble matanza.
García se deslizó con fuerza hacia la segunda base y Volpe lo tocó con fuerza. Volpe golpeó a García en el cuello con su antebrazo derecho durante el deslizamiento.
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García y Volpe se levantaron y se miraron por un momento. Luego, mientras García salía lentamente del campo, se volvió hacia Chisholm y comenzó a hablar con el tercera base de los Yankees.
Una vez que eso sucedió, se desató el caos cuando los equipos salieron de sus dugouts y los bullpens entraron corriendo desde los jardines. Chisholm fue retenido por varias personas del dugout de los Yankees.
Después de unos momentos de tensión, el orden se restableció rápidamente y el juego se reanudó. Chisholm estaba molesto porque sintió que García estaba tratando de lesionar a Volpe al deslizarse.
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“Sentí que intentó entrar y lesionar a Volpe porque era un mal perdedor. ¿Sabes a qué me refiero? Estaba hablando un montón en Instagram y Twitter y esas cosas. Yo hago lo mismo, pero no voy a lesionar a alguien si está ganando un partido. No me gustó eso. Le dije que no hacemos eso en este lado y que voy a defender a mis muchachos”, dijo Chisholm.
Incluso antes de que se vaciaran los bancos, Chisholm estaba siendo abucheado ruidosamente por los fanáticos de los Royals porque dijo que los Royals tuvieron “suerte” de ganar el Juego 2. Durante la celebración posterior al juego de los Yankees, los compañeros de equipo de Chisholm lo abuchearon en broma.
Gerrit Cole estaba en el montículo cuando las bancas se vaciaron y tuvo que ser sujetado durante el altercado.
“Estuve conteniendo mis emociones toda la noche”, admitió Cole, “y las dejé salir camino al dugout”.
Cole lanzó siete entradas en las que solo se permitió una carrera. El mánager de los Yankees, Aaron Boone, ni siquiera estaba seguro de lo que había sucedido en la segunda base que provocó que se vaciaran las bancas.
“No tengo idea (de lo que pasó). Honestamente”, dijo Boone. “Fue como si estuviéramos ahí, y luego volvimos a estar al final de un juego de playoffs. Así que ni siquiera he dejado que se asiente el polvo y hable con los muchachos involucrados.
“Sí, fue como si hubiera habido algún tipo de sorpresa por la caída o lo que sea. Simplemente volvemos y mostramos un poco de Hal McRae y Willie Randolph, y todos nos reímos de nosotros mismos”, agregó Boone en tono de broma, refiriéndose a los días de una intensa rivalidad entre los Royals y los Yankees.
El mánager de los Royals, Matt Quatraro, fue sincero sobre lo sucedido.
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“Volpe tenía el balón y bloqueó el balón. A Maikel probablemente eso no le interesó demasiado y todo se puso un poco inestable”, dijo Quatraro.
Los Yankees ahora esperan a su rival para el primer juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, que se disputará el lunes.
Los Cleveland Guardians y los Detroit Tigers jugarán el sábado un quinto partido en el que el ganador se lleva todo.
La Associated Press contribuyó a este informe.
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