Las cosas han avanzado mucho para Beyoncé , tanto en su matrimonio como en su carrera, en los años transcurridos desde que conoció a su marido, Jay-Z , a los 18 años.
Tras cruzarse sus caminos en algún momento entre 1999 y 2000, el éxito de la artista de 43 años recién había comenzado cuando ella y el creador del éxito “Empire State of Mind”, de 54 años, comenzaron a salir en 2001.
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Beyoncé y Jay-Z comenzaron a salir en 2001 y se casaron en 2008.
En una nueva entrevista publicada el martes 10 de septiembre, la cantante de “Single Ladies” reflexionó sobre los primeros días de su romance con Jay-Z , recordando momentos en que ni siquiera podía “permitirse” llamar por teléfono al rapero de “Run This Town” debido a lo caro que era llamar internacionalmente.
“Vivimos en un mundo de acceso. Tenemos acceso a muchísima información, algunos hechos y otros son pura mentira, disfrazados de verdad. Nuestros hijos pueden usar FaceTime y ver a sus amigos en cualquier momento”, explicó Beyoncé, que comparte con Jay-z a su hija Blue Ivy , de 12 años, y a sus mellizos Rumi y Sir , de 7, mientras hablaba de lo avanzada que se ha vuelto la tecnología en comparación con cuando ella era niña.
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Beyoncé recordó haberse ‘enamorado’ de Jay-Z durante una entrevista reciente.
“¿Mi marido y yo? Usábamos tarjetas telefónicas y Skype cuando nos estábamos enamorando. No podía pagar las facturas internacionales de los hoteles, así que literalmente compraba tarjetas telefónicas internacionales para llamarlo”, admitió. “Hace poco, escuché una canción de IA que sonaba tan parecida a mí que me asusté. Es imposible saber realmente qué es real y qué no”.
Otra cosa diferente acerca de Beyoncé y sus hijos es la forma en que nacieron en la fama extrema como hijos de dos de las caras más poderosas de la industria musical.
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Beyoncé y Jay-Z comparten tres hijos: su hija Blue Ivy, de 12 años, y los gemelos Rumi y Sir, de 7.
“Una cosa en la que he trabajado muy duro es asegurarme de que mis hijos puedan tener la mayor normalidad y privacidad posible, y asegurarme de que mi vida personal no se convierta en una marca”, señaló la cantante de “Halo”. “Es muy fácil para las celebridades convertir nuestras vidas en arte escénico. He hecho un esfuerzo extremo para mantenerme fiel a mis límites y protegerme a mí misma y a mi familia. Ninguna cantidad de dinero vale mi paz”.
Agregó: “Mi horario de trabajo se basa en mi familia. Intento hacer giras solo cuando mis hijos no van a la escuela. Siempre soñé con una vida en la que pudiera ver el mundo con mi familia y exponerlos a diferentes idiomas, arquitecturas y estilos de vida”.