El príncipe Harry y Meghan Markle se embarcarán en una gira de cuatro días por Colombia en agosto, lo que ha suscitado importantes preocupaciones en materia de seguridad en medio de recientes amenazas e intentos de asesinato en el pasado contra la vicepresidenta colombiana Francia Márquez, quien invitó a la pareja. La gira, cuyo objetivo es interactuar con líderes y comunidades colombianas, contará con el duque y la duquesa de Sussex acompañados por un importante equipo de seguridad.
La visita de alto perfil ha suscitado debates en Colombia, donde se espera que los contribuyentes paguen los costos de las extensas medidas de seguridad necesarias para la protección de la pareja. Los críticos sostienen que este gasto es injustificado, en particular para lo que algunos consideran un ejercicio de relaciones públicas en lugar de una misión diplomática.
La vicepresidenta Márquez, que ha sobrevivido a múltiples intentos de asesinato gracias a su labor como activista medioambiental y figura política, será la anfitriona de la pareja. Su equipo de seguridad, ya robusto debido a amenazas pasadas, se reforzará aún más para garantizar la seguridad de Harry y Meghan durante su estancia.
La visita es importante porque precede a la Conferencia Ministerial Mundial para Poner Fin a la Violencia contra los Niños, que se llevará a cabo en Colombia en noviembre. La Fundación Archewell de la pareja se ha destacado por sus esfuerzos para crear entornos en línea más seguros, y su participación en la conferencia se alinea con su constante defensa del bienestar de los niños.
A medida que se acerca la gira, continúan las discusiones sobre la idoneidad de la decisión del gobierno colombiano de asignar fondos públicos para la seguridad de la pareja, destacando las implicaciones más amplias de su visita en las percepciones colombianas e internacionales.