Elon Musk ha vuelto a generar controversia, esta vez llamando a boicotear la cadena ABC. El CEO de Tesla y SpaceX recurrió a las redes sociales con una declaración enérgica en la que les decía a sus seguidores: “¡Vamos a derribarlos!”. Si bien Musk ha usado a menudo su plataforma para expresar opiniones firmes sobre diversos temas, este es un ataque directo y poco común a una cadena de medios de comunicación convencional.
Según se informa, las críticas de Musk a ABC se deben a desacuerdos sobre la cobertura reciente de la cadena de temas relacionados con sus negocios y creencias personales. Aunque Musk no entró en detalles en su publicación inicial, fuentes cercanas al multimillonario sugieren que su frustración puede estar relacionada con lo que él considera informes tendenciosos y decisiones editoriales que no se alinean con sus opiniones sobre la libertad de expresión, la tecnología y la innovación.
En tuits posteriores, Musk profundizó en sus quejas más amplias contra los medios de comunicación tradicionales, afirmando que muchas cadenas, incluida ABC, no proporcionan una cobertura equilibrada sobre cuestiones críticas. Musk ha criticado anteriormente a varias organizaciones de medios por razones similares, pero su llamado al boicot ha amplificado la conversación, convirtiéndola en un tema de tendencia en las plataformas de redes sociales.
Internet reaccionó rápidamente: los partidarios de Musk expresaron su acuerdo, mientras que los críticos lo acusaron de usar su plataforma para atacar a la prensa libre. Muchos de los seguidores de Musk se hicieron eco de su llamado a “eliminar” a ABC, utilizando hashtags que apoyaban un boicot. Otros, sin embargo, contraatacaron, afirmando que la influencia de Musk podría ser perjudicial para un panorama de medios libres e independientes.
Algunos seguidores de Musk creen que las críticas de este último a la ABC están justificadas, pues sostienen que la cobertura mediática de sus iniciativas suele carecer de objetividad. Por el contrario, sus críticos sostienen que sus recientes acciones podrían sentar un precedente preocupante en el que figuras influyentes ejercen su influencia para influir o intimidar a los medios de comunicación.
Los expertos de la industria de los medios de comunicación han expresado su preocupación por el llamado de Musk a un boicot, señalando las implicaciones más amplias de que los multimillonarios intenten movilizar audiencias contra cadenas específicas. Si bien Musk tiene todo el derecho a expresar sus opiniones, algunos sostienen que atacar la credibilidad de una cadena podría socavar la confianza en el periodismo en su conjunto.
A pesar de las reacciones negativas, Musk no muestra señales de dar marcha atrás, se mantiene firme en su declaración y alienta a sus seguidores a examinar más de cerca la cobertura de los medios. A medida que se desarrolla la situación, queda claro que el llamado de Musk al boicot ha iniciado una conversación más amplia sobre la integridad de los medios, la responsabilidad y el papel de las voces influyentes en la formación de la opinión pública.