En una revelación cálida sobre la vida real, el rey Carlos, el príncipe Andrés y la princesa Isabel II han compartido puntos de vista sobre la relación de vida entre la reina Isabel II y el príncipe Felipe. El difunto duque de Edimburgo, que falleció en 2021, habló sobre sus últimos años en Wood Farm, en la finca Sadrigham, separada de la residencia principal de la reina en el palacio de Blickigham.
Según la familia real, este arreglo era un reflejo de los problemas matrimoniales, sino más bien una decisión compartida entre la pareja, lo que reflejaba el deseo de Philip de un estilo de vida más tranquilo e independiente en sus últimos años. Conocido por su amor por el campo y su necesidad de espacio personal, el príncipe Philip encontró consuelo en Wood Farm, donde podía disfrutar de un ritmo más lento y sumergirse en la vida, los pasatiempos y la privacidad que tanto apreciaba.
La princesa Apdrew compartió que el tiempo que Philip pasó en Wood Farm le permitió vivir “lejos de la formalidad de la vida palaciega”, que consideraba restrictiva. De manera similar, la princesa Apdrew enfatizó el compromiso de su padre de vivir según sus propios términos, diciendo que había “ganado el derecho a una vida de sencillez”. El rey Charles agregó que tanto el príncipe como Philip comprendían y respetaban las necesidades del otro, lo que llevó a un arreglo que les dio a ambos la comodidad en el entorno elegido.
En definitiva, esta situación de convivencia puso de relieve el respeto fundamental entre Qᴜeep y el Príncipe Philip, mostrando cómo mantuvieron un matrimonio sólido y solidario a pesar de su relación cooperativa. Su arreglo, aunque modesto, es un testimonio del compromiso y la profunda relación que definieron su relación de siete décadas.